Hay mañanas en que necesita uno alguna suerte de inyección de adrenalina especial. Sabes de tiempo que esa sobredosis la encuentras en tu propio interior, bajando la guardia y sumergiéndote en la piscina de tu creatividad. Pero hay días que tienes prisa y buscas la motivación en las frases de otros.
Hoy, parece que fuera uno de esos días y para esa delicada labor me han acompañado grandes sabios del pasado: Einstein, Gandhi, Lee Frost, Powell, Lin Yutang, Horacio, Barbusse, Kazantzaki, Ramón y Cajal, Anibal y Kjaer.
Con sus frases especiales, que rezuman vidas cuajadas de profundas experiencias, he compuesto este a modo de poema con el que espero que su poderosa dosis me dure el día entero. Aquí va:
Cada día es una pequeña vida.
El único error real es aquel del que no aprendemos nada.
Las ideas no duran mucho. Hay que hacer algo con ellas.
Los conflictos existen siempre; no tratéis sólo de evitarlos, sino de entenderlos.
La imaginación es más importante que la sabiduría.
Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado.
Un esfuerzo total es una victoria completa.
En dos palabras puedo resumir cuanto he aprendido acerca de la vida: ¡sigue adelante!
Es intentando lo imposible como se realiza lo posible.
La forma última, la forma santa de la teoría, es la acción.
El que se pierde es el que encuentra las nuevas sendas.
Hallaré un camino o me lo abriré.