© Alberto Omar Walls
No es humo todo lo que se adelanta al fuego, ni siempre es buen humor lo que a veces nos provoca la risa… Así se quejaba, con expresión asqueada, mi amiga Mejillón loco, lesbiana y ninfómana. Estaba decidida a matricularse en algún curso sobre la risa porque pensaba que había perdido la alegría suficiente para reír y tenía agarrotados de tanta represión sus instintos. Pero el Cobaya le insistía en que no nos hacía maldita falta estar alegres para desternillarnos de risa con las desgracias de un amigo o de cualquier otro que pasara por ahí, pues bastaba con tener público y fastidiar a quien sea.
Así andaban las cosas, cuando habló Sergio, sesudo y pragmático, diciendo que sólo hace reír lo que nos sorprende, sobre todo cuando hay un equívoco, al tiempo que se quedaba mirando con los ojos abiertos como platos al Ciruela que se devoraba un kilo de gambas él solito, con gran deleite y una parsimonia casi franciscana. El Palanca nos recordó a voz en grito la historia que le contó a su familia un tío suyo venido de visita desde Madrid, un auténtico palanca, más avezado que nadie en abrir las más rebeldes cajas fuertes ajenas. Fue un verdadero aristócrata del hampa, decía, porque les contó a la familia con orgullo su placer al asistir, junto con dos cacos más, a Calvo Sotelo cuando sustituyó en su despacho de presidente a Adolfo Suárez.
Les contaba que fue tal el deseo de reírse que le entró después de haber desjarretado la caja fuerte, cerrada durante días, y encontrar solamente un sobrecito con la clave secreta, que se puso malo del vientre, por aguantarse, y sólo se alivió cuando se fue una tarde a la sesión continua de un cine de la Calle San Bernardo para ver una película de Cantinflas. Como era sesión continua la visionó varias veces seguidas y se rió hasta que no pudo más de aquel sublime chiste de Suárez que había dejado a su sucesor con tres palmos de narices. El presidente había guardado escrita, antes de entregar su cargo, en la caja fuerte, la clave secreta de la combinación, lo que puso en evidencia algunas cuestiones. Aunque el Palanca nos advirtió rápidamente que, con ese detalle, al menos entonces los políticos aparentaban ser más honrados.
Como era el autor llegué de sorpresa y, mientras me bebía el primer güisqui malta con una piedra de hielo, dije que a través de esos hechos de humor podemos comprender, al tiempo que liberar nuestras pulsiones, que la existencia juega con las paradojas para que captemos lo sencillo del camino derecho: en esos rompimientos residían las sorpresas del existir. Como lo explica Freud hablando del valor simbólico y paradójico de los chistes. Y es que todo creador de un chiste enmascara y libera en la comicidad su sentimentalismo, pues en ese giro paradojal, suspendido aún el espectador en el aire, reside su oculto universo reprimido.
Nuestro Sergio el cámara defendió el humor absurdo de los años setenta de mil novecientos de Cesc (Francesc Vila) y se atrevió a esgrafiar en un papel un dibujo suyo que le había impresionado hacía tiempo: un padre y su hijito van cogidos de la mano por la calle, y el niño pregunta: papa, ¿por qué no se entiende la gente?; a lo que el padre le responde: bla, bla, bla, blu, blu, blo, blo, blo…
Niños y padres, autopistas que no conducen a ningún sitio, discursos políticos, huelguistas o emigrantes se desmenuzaban en Cesc en un ámbito coral del humor más desolador. Mi amigo Crimen se atrevió a confesar que coleccionaba desde hacía tiempo libros y catálogos del terrible Ops, aquel dibujante tan inquietante y supuestamente cruel. Como autor defendí el humor intelectual de Máximo, analítico y certero. Mejillón loco nos concedió una sonrisa de medio lado cuando recordó más de un chiste gráfico del gran Forges y del socarrón Mingote.
Yo, un simple amanuense que aquí relato a veces lo que veo y oigo, preferí recordar mis años jovencísimos cuando mi tío se hallaba enganchado con los geniales chistes gráficos de Mihura o Tono y todas las maravillosas obras de arte de los dibujantes del humor de la fantástica Generación humorística del 27 español, y les hablé de una magnífica exposición que había visto en el Reina Sofia titulada "Los humoristas del 27". Fue una auténtica delicia ver que allí estaban expuestos autores como K-Hito, Bono, Tono, Poncela, Neville, Mihura, los López Rubio, Antoniorrobles...
Refiriéndome a las colecciones de mi tío, les conté que recordaba aún algunas de aquellas fantásticas viñetas de La ametralladora y de El perro, el ratón y el gato, y desde luego aún guardaba hasta hace poco, como oro en paño, algunos ejemplares de la inefable La Codorniz. Esa revista sí que nos parecía a la gente joven de postguerras el más alto nivel del ingenio de la época. Sorprende aún recordar su punto de mira visionario apoyándose sobre el soporte del absurdo: monos, dibujos, tiras, caricaturas… Una inmensa pléyade de sugerentes personajes, a veces tiernos y otras crueles, esforzándose por liberar las pulsiones de eros y thanathos de un país entero con el solo objetivo de hacer reír a carcajadas a sus habitantes doloridos. Nada especial se conseguía con ese fantástico humor, pero al menos ayudaban a observar, ¡asombrados!, los terribles desajustes a los que conduce el demedido poder...
Un arte que relacionamos con el mejor placer: ese gran humor que liberaba sentimientos reprimidos: Eros (vida), Harmonía (paz) y Anteros (pasión), permitiendo desplazar la agresión sobre las pulsiones de la muerte creadas por sus padres (Ares y Afrodita).
Nota final:
Para quien quiera saber algo más de esta exposición de 2002 y de los Humoristas del 27, relaciono algunos textos:
DELGADO, J. I., “Los humoristas del 27”, Exposición celebrada en Madrid, en el Centro de Arte Reina Sofía, Marzo-Abril, 2002.
Anónimo: "Humoristas del 27", en Freestyle Man, Nº15, IV-2002.
Anónimo: "Los más cachondos del 27", en 20 minutos de Madrid y más, Escenarios, p.17, 1-III-2002.
ASTORGA, A.: "El humor entra en el Reina Sofía", ABC, Cultura,1-III-2002.
S., F.: "El humor moderno entra en el Reina Sofía", El País, La Cultura, p. 36, 1-III-2002, [www.elpais.es]
LORENZI, M.: "El Museo Reina Sofía dedica una muestra a Los humoristas del 27", Diario de Sevilla, Cultura, 1-III-2002.
LUCAS, A.: "La mirada absurda y visionaria de Los humoristas del 27", El Mundo, Cultura, p.58, 1-III-2002, también en
http://www.el-mundo.es/2002/03/01/cultura/1112700.html
MAYRATA, R.: "El color del ingenio", ABC Cultural Nº 531, Arte, Pintura,p.27, 29-III-2002.
ROMERA CASTILLO,J., "Perfiles autobiográficos de la otra generación del27".http://www.uned.es/centro-investigacion SELITEN@T/pdf/autobio/I5.pdf
[Imagen: Portada del Catálogo de la
Exposición de 2002, obra de K-Hito ]