Paso a paso reaprender la vida. Dejando que ella nos viva. No en actitud pasota, por el contrario con los ojos bien abiertos y el Observador interno atento a todo. Pero sin intentar maniobrar las acciones de nuestra vida ni la del que tenemos al lado.
Permitir que la vida fluya paso a paso, ignorando la droga del estrés y el “deberías”. Permitir que tu corazón bombee suavemente gozando de la energía vital del cuerpo.
Paso a paso reaprender de la vida lo que la vida nos guarda a cada paso. Sonreír más a nuestro hígado. Sonreírle más a nuestros problemas. Perdonarnos por ser tan torpes y haber roto tantos años de nuestra vida como papeles inservibles. Permitir que la memoria sea alegre y dulce, aunque te tengas que inventar todos los pasados. Sabes que el presente solo existe porque estás tú.
Paso a paso ir viviendo cada presente, con la morosidad de quien teje una vida infinita. No por esperar pacientes la muerte, que no tiene sala de espera, sino porque, en realidad, nuestra vida es infinita, aunque no sea eterna.
Repito: reaprender paso a paso la vida…