Extraña Luna Llena

 

       © Alberto Omar Walls

 

    Se dará en dos días la Luna Llena, concretamente este sábado 19 de octubre. Como se sabe, se produce ese fenómeno visual cuando el Sol y la Luna, en el movimiento elíptico de la dama engañosa alrededor de la Tierra, se encuentran en oposición, es decir, lleguen a guardar entre sí una distancia de 180 grados. Ocurre cuando el Sol ilumina de frente toda la cara de la Luna, por eso los humanos de aquí abajo la vemos aparentemente llena, redonda. La Luna aparece al anochecer y se eleva paulatinamente a lo largo de la noche, pero en esta ocasión, mientras tanto, en unas tres horas, parece que se dará un hecho que la diferenciará de las otras, pues el eclipse que quizá veamos, que se llama prenumbral, puede que la haga cambiar de color. Que no umbral, lo que implicaría en ese caso observar la Luna con verdaderos tonos plomizos o rojizos. Mas al decir de los que entienden de astronomía, en este caso, la umbra, estará al mínimo y posiblemente no se notará en absoluto, pero para quienes estén interesados les dejo los datos referidos a nuestra zona. Aquí, en Santa Cruz de Tenerife, y el resto de las islas, ¡supongo!, se verá el eclipse lunar prenumbral en un 76.5%, cuando la luna esté en una altitud +67, produciéndose entre las 23:51h y las 01:50h.

 

      A lo largo de la historia se ha dicho que los eclipses siempre tuvieron influencias nefastas que los poderosos pudieron aprovechar para conseguir sus fines. Se sabe del uso del falso Faraón utilizado para salvaguardar la vida del auténtico hasta que escamparan los malos presagios, cuando los astrónomos le advertían al Faraón que estaba por producirse un eclipse lunar, fecha y hora exactas. La precisión matemática de sus predicciones aún sigue asombrando a los investigadores de hoy.

 

    Pero no hay que irse tan lejos en el tiempo, pues se sabe que hace apenas quinientos años, el 29 de febrero de 1504, el navegante genovés Cristóbal Colón, contratado por la corona española para hallar nuevas fuentes de riquezas, echó mano de los conocimientos renacentistas cuando estaba detenido con sus gentes en la isla de Jamaica y tenía a los indígenas a punto de sublevarse por negarse estos a sus nuevas exigencias crematísticas. Colón, para evitar una cruenta rebelión, y conociendo que esa misma noche sería visible un eclipse total de la Luna, se planteó manipular la información y amenazó al pueblo indígena con que el Dios de los cristianos estaba muy rabioso con ellos y, como muestra de mayores advertencias, de castigo les arrebataría del cielo, esa misma noche, para siempre, la Luna. Como es lógico pensar, con precisión milimétrica, a la hora indicada, la fantástica y espléndida Luna Llena desapareció bajo un manto negro que la deglutió por completo. Se produjeron los sustos consiguientes, genuflexiones en tierra e imaginadas rogativas, por lo que, sin duda, Colón se fue a hablar con su Dios y la Luna volvió al poco tiempo a colocarse en su sitio. ¡Ah, la sempiterna manipulación de la inteligencia aliada con la información, el poder, los rituales, la religión y el oro o, lo que es lo mismo, los gurús de la economía!

 

     De todas formas, no sé lo que ustedes sentirán, pero yo noto en cada Luna Llena las energías muy en efervescencia: sí, no es broma, creo que me afectan las lunas llenas. Me pondré en estudio especial esta vez, sobre todo entre las horas indicadas, para comprobar en mí mismo si ese medio eclipse prenumbral me produce algún cambio especial.

 

    Y, mientras tanto, seguiré preparándome para su llegada. Buscaré de reciclarme la violencia y los rencores, porque tengo entendido que en estas constelaciones se acrecientan. Usaré las técnicas mejores y más eficaces que la vida en su proceso me ha ido enseñando para paliar las violencias interiores sobre mi hígado. Mas también intentaré solicitar de la Luna Llena que ilumine más y mejor a esas mentes tan atrabancadas, insolidarias y mente-catas que siguen sin aportar nada especial y definitivo a este estado de cosas tan crítico: pienso ahora mismo en los gerifaltes de la Banca, que siguen sin apoyar con préstamos ni a los jóvenes ni a las empresas, ni a casi nadie..., y los poderes políticos mirando para otro lado mientras los banqueros compran el dinero de Europa a cuatro cuartos.

 

     ¡Claro está! -me espetó ayer entre maúllos mi gato, Negrito, que ya siente la proximidad de la Luna Llena-, ¡si no se trata en absoluto de las Hermanitas de la Caridad! ¡Se trata de los Bancos!, ¿cómo quieres que sean solidarios? Entonces ya le lancé mi perorata a voz en grito: ¡No son solo los Bancos, Negrito, se trata también de los grandes troups hoteleros, de muchísimos políticos anclados en sus poltronas desde hace quinquenios, de los medios de comunicación, de los compravoluntades, de… Y seguí largando y largando, hasta que mi gató se mandó a mudar. Me agoté y quedé en silencio durante horas.

 

   Lo dicho, voy a aprovechar la Luna Llena prenumbral para seguir trabajándome la rabia.

 

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