© Alberto Omar Walls
Son cosas de lo cotidiano, y lo conté el otro día a unos amigos en el gwasap. Les decía así:
Hoy, una experiencia desagradable en la Biblioteca. Un muchacho daba puñetes seguidos en el hombro a una mujer, de manera obsesiva, mientras ella, sin decir palabra, se escabullía entre las mesas silenciosas. Viéndolos de lejos, pensé que era media broma o que el joven estaba fumeta, lo cierto es que una mujer que leía pegó un brinco al levantar la mirada y, a la voz de ¡un maltratador!, todos nos pusimos en pie. Pero la supuesta agredida saldría rápidamente con el chico detrás. No quedó en más la cosa, pero fue significativo el movimiento unánime, solidario, de toda aquella gente silenciosa momentos antes.
Mañana es luna llena, para quien no crea en mucho podría pedirle a la energía yin de la Madre Luna que proteja a toda muchacha inocente de cualquier amenaza. La luna tiene mucho poder, no en vano ayuda a traer niños a este mundo tan contradictorio. Buenas noches y que sueñen con los angelitos...
Es todo, sin más comentarios hoy de lo cotidiano.