© Alberto Omar Walls
Aunque les incomode a algunos, hoy voy a hablarles de los chakras. Tengo un amigo que se ríe cada vez que me oye hablar de estas cosas, pero es posible que haya gente que tiene su curiosidad a flor de piel y quiera saber; por eso insisto:
- ¿Sabes algo de los chakras?, le digo.
- ¿De las chácaras?, me replica.
No lo dejo por imposible, solo que comprendo que cada uno tendrá su momento en esta época de absoluta incertidumbre, en la que, según Heisenberg no se puede predecir lo que va a ocurrir. Con la mecánica tradicional se tenía todo bien atado, como en su día lo tuvieron quienes eliminaron a Copérnico y a Galileo Galilei, ya que un trío malévolo formado por la religión, ciencia y poder social, quemaban en las hogueras públicas por decir que la tierra era redonda, en vez de plana, y que tampoco era el centro del universo que veían. Ahora mismo la mecánica cuántica es la que está aportando, a través de la ciencia información que sitúa al hombre actual al borde del caos, de la incertidumbre y el azar. Ya no podemos estar seguros de nada, y lo único que podemos es seguir parte de los caminos de investigación de la nueva ciencia. Pues seguir a la ciencia actual es adentrarte en el mundo de la experimentación energética y vibracional… Es como si te tuvieras que estar fabricando la vida día a día, minuto a minuto, instante a instante, sin depender de creencias preestablecidas y acomodadas a determinados intereses.
¡Vamos, que la incertidumnbre te expulsa sin contemplaciones de la zona de confort!
La palabra chakra significa ‘rueda’ en sánscrito. Se puede uno imaginar los chakras como si fueran las 7 pilas o centros de energía que se encuentran en el cuerpo [etérico], que por supuesto no se ve a primera vista pero que puede ser fotografiado como un todo en lo que se llama aura, usando una cámara Kirlian. Claro está, el aura evidencia, a su vez, la presencia de siete cuerpos conformando un todo en torno al físico. Pero iba con los chakras: se sabe que el cuerpo físico es hueco en todas sus dimensiones y observaciones, y que está conformado como cualquier materia conocida por electrones, protones y neutrones en permanente movimiento y vibración espacial. Los chakras vibran en diferentes frecuencias, siempre están activos y se localizan en lugares específicos del cuerpo. Pero según se encuentren taponados o cerrados el individuo puede manifestarse con disfunciones físicas y emocionales, enfermedades. Tanto el siatshu como la energía reiki ayuda a equilibrarlos, además de los métodos de limpieza del aura y las meditaciones individuales o colectivas que propician las aperturas y limpiezas de estos canales, además de otras técnicas, como las chamánicas...
Al parecer los budistas aceptan cuatro chakras, los tibetanos seis, y los hinduistas y los tántricos, siete. Los hay también que cuentan los centros energéticos de los hombros, codos y muñecas, además de las rodillas, tobillos y plantas de los pies. Pero hay quien habla de que existen más de cuatrocientos y, los algo más mesurados, afirman que tenemos treinta.
Para meditar, solo uso siete como norma general, pero a veces cuando quiero hacerlo en conexión con el Sol Central de nuestra Galaxia, he de tener en cuenta, además de los siete corporales, los cinco que me llevan hasta el corazón de la Tierra y los otros cinco que me llevan, de ida y vuelta, al Sol Central. Con lo que he de tener en cuenta a 17 espacios vibracionales. Por eso, como acabaría pecando de perfeccionista, solo incorporo últimamente, para simplificar los pasos, el uso de la esfera o chakra de plata que nos une a la madre Tierra, llamada Estrella de Gaia, y la esfera dorada que nos une al padre Sol, llamada Estrella del Alma. Con lo que si usamos el cómputo más sencillo, al menos para andar por casa en nuestra intimidad, debemos tener en cuenta un mínimo de nueve: los siete de nuestro cuerpo, desde la coronilla hasta la base del coxis, más los dos que nos unen hacia abajo y hacia arriba con los dos grandes creadores de energía de este sistema solar: el Sol y la Tierra. Creo que quizá olvidar estos dos últimos te puede dejar como un corcho en el mar, pero ese uso irá siempre en preferencias [al fin y al cabo somos individuos multidimensionales]. Los siete chakras tienen sus colores específicos y el uso de mantras afines. Sus nombres y localizaciones son:
1.Muladhara o Chakra Base o Coxígeo o Sacro (Chakra de la Energía)
2.Swadhisthana o Chakra Sexual (Chakra de las Relaciones)
3.Manipura o Chakra Plexo Solar o Umbilical (Chakra del Poder Personal)
4.Anahata o Chakra Cardíaco (Chakra del Poder Emocional)
5.Vishudda o Chakra Laríngeo (Chakra del Poder de la Voluntad)
6.Ajna o Chakra del Tercer Ojo o Frontal (Chakra de la mente)
7.Sahasrara o Chakra Coronario (Chakra del Espíritu)
Claro está, esto no acaba aquí. Y si alguien tuviera interés que comentara algo más, pues dígalo, comuníquese, usando el chakra de la garganta o del poder de la voluntad... que para algo estamos dotados con el libre albedrío.