"Lázaro", de Luis Cernuda, es un poema que para mí significó el auténtico símbolo de una resurrección desde el amor. Y es lo que hoy, Sábado de Gloria, me interesa destacar de uno de los mensajes profundos de Jesús, no la pasión y muerte, tan ritualista y folklórica, que se empecina en el dolor y el odio. Quizá por eso, a nuestra religión occidental, que tiene muchas aristas y rostros, le interesó de antiguo cargar las tintas en esos aspectos que se mantienen durante siglos para estimular la culpa y el dominio por el poder.
Para el que es creyente o no, una resurrección es reconstruirte desde tus propias cenizas y muertes cotidianas. Rehacerte a diario por encima de tus propias limitaciones, y conectar con tu más profunda fuente de energía interior; la que algunos llaman espiritualidad, y otros, voluntad de ser.
Por eso, hoy, Sábado de Gloria, comparto este excelente poema de Luis Cernuda, "Lázaro", en el que Jesús el Cristo, ayuda a un amigo a retornar a la vida.